EL MUNDO DE LAS ENERGÍAS:
Reflexión sobre la filosofía humana, sus relaciones y Dios
¿Qué es lo que mueve el mundo? ¿Qué nos mantiene vivos? ¿Qué es lo que nos hace estar entretenidos o aburridos? ¿Qué es lo que nos motiva, nos desmotiva o lo que nos da fuerza para un nuevo día?
La energía
La energía... la cual ni se crea ni se destruye... se trasmite y se domina.
La energía representa algo básico en nuestras vidas, y también, algo fundamental.
Cada persona somos dueños de una energía, que está cargada de determinada manera. Nuestra energía se ve muy influida por nuestra manera de actuar y de ser: esa es la "carga" que le aportamos cada uno.
Sin esa carga, la energía es algo abstracto y de libre interpretación.
Sin carga ni forma, la energía continúa siendo energía, pero nos produce efectos desestabilizadores en la nuestra propia, y por ello, en nuestra razón de ser.
La energía es fundamental entre las personas.
Como mencionaba, cada cual posee su energía. Cada cual le da una forma, un color, una carga a esta energía, y con ello consigue hacer funcionar su universo.
Es fundamental y básico... y el proceso empieza en la niñez, cuando no somos conscientes de que estamos dándole una forma a nuestra energía. Son otros, los que en esa etapa le dan forma a nuestra energía, he aquí señalable, a los padres, familiares, amigos y centro educativo y entorno.
Cuando se llega a la juventud y nace el uso de los razonamientos en cada persona, nacen los grandes conflictos mentales que caracterizan a la adolescencia: hasta ahora, nuestra energía orbitaba alrededor de alguien (lamentablemente, a veces de algo) en particular. La adolescencia supone darse cuenta, que nuestra energía, en estado puro, adquirirá la forma, color o carga que nosotros deseemos pero ¿cuál de todas es la correcta?.
Ello supone un enorme reto, y una gran presión, ya que por comodidad, conformismo o falta de necesidad, nuestra energía siempre había sido canalizada, cargada y orientada bajo los criterios, de otra persona (o de otra energía). La responsabilidad de guiarla por una senda, en solitario o en compañía, produce un temor temporal hasta que ésta es, en cierta medida, orientada.
Kant señalaba que se alcanzaba la mayoría de edad se alcanzaba cuando las personas empezaban a pensar solas, y hacer sus propios juicios de valor. Esto es, que sean conscientes de la existencia de una energía propia y comiencen el proceso de "moldeado" bajo esta consciencia previa. Aun así, muchas personas consiguen encarrilar su energía para el resto de sus vidas, pero no desarrollar una inteligencia en este sentido; por lo que energía y razón, son conceptos no dependientes, plenamente.
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La felicidad se consigue con una buena orientación de las energías. Áquel que consigue crear su circuito energético, de manera más adecuada a su persona, es áquel que es feliz.
Las energías solo fluyen, en su fluidez consiste la felicidad. Cuando todo el mecanismo energético está en orden, las energías se alinean con el universo, logrando la situación óptima o felicidad.
¿En qué consiste ese alineamiento? Es totalmente subjetivo, y tan numeroso como personas en el mundo.
Un libro puede trasmitir tanta energía a una persona, que lleve a hacerla feliz. Una hazaña puede tener el efecto parecido.
Sin duda alguna, las personas "creemos" que la situación óptima es con la energía "ajena"
Hasta ahora sólo mencionaba el caso de un ser en particular.
El ser humano es un ser social, y por ello, el contexto involucra a infinitas variables "energéticas".
El ser humano es un ser depredador de energías: existe la creencia que mientras más energías, más felicidad, cuando realmente, dependerá de la "calidad" o "intensidad" de esas energías.
Por ejemplo, algo muy difundido es que los bienes materiales, me pueden hacer feliz "el dinero es la felicidad". No se basa en otra lógica más que: más bienes, más energías (nuevas, distintas, emocionantes...) y por ello, más felicidad. ¿Lo comparte? ... Como mencionaba, esto es tan subjetivo como personas hay en el mundo.
Otro ejemplo equivocado de "más es mejor": más amigos, más energías, más felicidad. Pero si realmente quiere profundizar en su análisis, valore ¿cuánto de bueno son sus amigos? ¿prefiere tener muchos? ¿o prefiere tener buenos amigos?
Las relaciones personales llegan a ser fundamentales para el correcto fluidez de las energías.
Áquel ser humano (que es social por naturaleza) que no intercambia energía con el resto de seres humanos, sufrirá un trastorno en su circuito de energía, que podrá repecutirle, negativamente, en un futuro, o en su día a día.
Las relaciones (dáré por supuesto, de aquí en adelante, que son relaciones siempre con personas de energía compatible) permiten la emisión de nuestra energía, o si prefieren, compartir la energía, con otro ser. A su vez, el otro ser desprende su energía, que es captada de forma positiva por nuestro cuerpo. Si este circuito de energías lo extendemos a todas nuestras relaciones, se crea un circuito que, en condiciones racionales, llevan a un punto óptimo: la felicidad.
Alguien saldrá de este circuito cuando nos trasmita una energía en carga negativa: ello nos desestabiliza el circuito, o nos lo hace incómodo de llevar, por lo que ha de ser eliminado para recuperar la correcta fluidez de la energía. Ello puede llevar a pensar, que la energía, más que intercambiable por siempre, es "prestable" hasta que se elimina ese emisor de energía de nuestro circuito.
Decía que el ser humano es depredador de energías:
Cuando el circuito funciona correctamente (a lo que le he llamado, felicidad), las energías se comparten sin impedimentos algunos, ya que el subconsciente sabe que el circuito está en su buen uso, y siempre la retribución serán buenas energías. Esto ocurre en una relación sentimental, en una estrecha relación de amistad... en conclusión, a lo que llamamos CONFIANZA.
¿Cuándo empieza, el circuito, a tener problemas? Cuando, en lugar de compartir y confiar esa energía, la depredamos. Somos especialistas en depredar energías. Nos encanta, además de que nos hace sentir, ficticiamente, una sensación de poder, de superioridad y sobre todo, DE SEGURIDAD.
Áquel que es especialista en depredar energías, es que no ha conseguido "formar" la suya propia, y necesita de estas situaciones para su bienestar.
Es en este momento cuando el circuito energético falla. ¿Qué situaciones son las que nos evidencian una "depredación" de las energías? Al menospreciar, insultar, pegar, discriminar... las opciones son tan válidas como personas existen en La Tierra. Estas situaciones, se caracterizan por reducir la intesidad de la energía ajena, a costa de aumentar temporalmente, la energía propia. Esto da sensación de seguridad y poder, lo que, teóricamente, nos hace sentir bien... pero realmente, se está dañando, consciente o subconscientemente, el circuito de energía propio o ajeno.
Es en este contexto, cuando se destruyen las relaciones sentimentales o amistosas.
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¿Qué es Dios? Dios es pura energía. Dios es una energía abstracta, y por ello, cada cual percibe a Dios de una manera distinta. Para algunos, Dios (la energía) es el centro de sus vidas y deben hacer lo que Dios ordene (como si la energía hablase).En ese caso, la energía abstracta, toma forma de persona, e incluso llega a "hablar". En otros casos, Dios es percibido meramente como energía (en el caso del budismo), siendo plenamente conscientes de aquellos que deciden "seguirle". Para otros, Dios es una energía presente en el universo, pero su forma abstracta implica una incomprensión... hasta puntos de una negación de su existencia. Lo que está claro, que todo aquel que crea en una energía superior que mueve a la naturaleza, que marca los tiempos, que da vida a La Tierra y que mantiene en equilibrio al universo... cree en una forma de Dios, aunque no sea necesario usar esa palabra.
Gracias María
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