LOS ASALTOS DE INTERNET A NUESTRAS VIDAS
Estudio histórico sobre Internet, sus motivaciones
políticas y económicas y las nefastas consecuencias
sociales que está trayendo.
(1ª parte. Asaltos 1 y 2)
Llevo
tiempo reflexionando sobre la tecnología, lejos de hacer los habituales
comentarios busco explicar el desarrollo tecnológico con las decisiones políticas
y económicas. De ese “desarrollo” surgen unas externalidades: los efectos
externos de la actividad económica, que pueden ser tanto positivos como
negativos. Mi denuncia consiste en señalar que las externalidades negativas de
la tecnología son demasiado grandes en comparación a sus externalidades
positivas que ésta genera. En concreto denuncio que puede terminar arruinando
nuestras vidas si perdemos el control sobre la tecnología y ésta pasa a
controlarnos. En ese caso se da una paradoja: somos herramientas de nuestras
herramientas.
Lo
reconozco, escribo estas palabras con mucho sentimiento, pero también, con
mucho re-sentimiento de no entender bien a dónde vamos a ir a parar o que
consecuencias puede tener todo esto en las relaciones humanas (éstas son, según
yo, la clave de una vida plena y virtuosa) y en las relaciones de poder. Por
tanto, analizar el desarrollo tecnológico no es una cuestión económica,
exclusivamente, sino también POLÍTICA y desde luego SOCIAL.
Introducción de como se desarrolló la red y sus distintas variantes.
INTRODUCCIÓN.
¿CÓMO LLEGÓ INTERNET A NUESTRAS VIDAS?
Internet, la red de redes que fue ideado
por el ejército estadounidense después de la II Guerra Mundial para facilitar
las conexiones entre sus FF.AA, está a un paso de culminar su expansión total y
mundial.
Se dice que en los años 80 las
comunicaciones militares estaban en un punto álgido de desarrollo. Internet le
había dado enorme ventaja a la US Army, sin embargo, el proyecto había requerido
miles de millones de dólares y la mantención requería otros cientos de millones
más. Internet se trataba de un proyecto deficitario que además, no era rentable,
sino que su carácter era exclusivamente estratégico. Ante la falta de
recursos, o para captar éstos, la US Army empezó a comercializar el servicio de
Internet y fue entonces cuando comenzó el uso civil de éste mismo.
Al final, y como ocurre con prácticamente
todas las tecnologías punteras, son diseñadas por los ejércitos desembolsando
ingentes cantidades de recursos en forma de “I+D militar” y pasados unos 10 ó
20 años (depende del producto, o el servicio) se le da un uso civil, y son
comercializados por las distintas empresas del mercado, por lo general, las
grandes empresas, holdings o multinacionales que trabajan en estrecha
colaboración con sus Estados de procedencia. (0)
El
segundo asalto de Internet a nuestras vidas es muy
reciente y se remonta a la propagación mundial del “Smartphone”. En los años 90 comenzó a comercializarse el teléfono
celular. Éste permitía que, sin cables ni conexiones, una persona pudiera
realizar llamadas o escribir mensajes cortos desde cualquier parte a cualquier
otro terminal o teléfono. La finalidad del teléfono celular no cambió o lo hizo
muy lentamente durante 20 años: los dispositivos pasaron a tener pantalla a
color, melodías más perfeccionadas, cámaras y finalmente, reproductor de
música. En torno al año 2010 empiezan a salir al mercado los primeros
Smartphone que permiten la conexión a Internet desde el dispositivo celular, lo
que es considerado por mi parte como el
segundo gran asalto de Internet a la vida de las personas, esta vez, a su
núcleo de conexiones con las demás personas. A partir de entonces las
personas jamás volverían a ser las mismas, y así lo pienso al ver al
prototipo de sujeto medio que se ha configurado: una persona con una de sus dos
manos constantemente ocupada, sujetando su Smartphone y recibiendo
continuamente mensajes, avisos y demás informaciones en todo momento y en toda
situación. De ahí surgen personas con un diálogo poco fluido, pues éstas se ven
constantemente interrumpidas por los avisos y mensajes procedentes de la Red.
Admito que de la sociedad de la información y la comunicación surge un tipo de
ser humano que es capaz de manejar y procesar más información que sus
antepasados, pero en la comunicación es impersonal y sesgado: se comunica mejor
(porque la tecnología lo posibilita) con aquellos que tiene lejos a costa de
comunicarse peor, necesariamente, con aquellos que tiene cerca o de quienes se
rodea.
Que se procese mayor cantidad de
información que en el pasado nos debe alegrar o nos debe entristecer? ¿Es bueno
o es malo? No creo que haya una repuesta cerrada para ello; creo que todo
dependerá del tipo de información que se reciba así como la calidad de la misma. Pero si hacemos
balance del tipo de información que se encuentra por Internet, se puede afirmar
casi rotundamente que en la red está la información más irrelevante.
¿Por qué información poco relevante? Se ha
de aclarar, una vez más, que Internet es una red militar en primer lugar. En
segundo lugar Internet es una red
comercial. Todas las informaciones tienen por tanto esa naturaleza, ya sea
procedente del Estado o de las empresas comerciales, y por tanto es una
información parcializada e interesada, es decir, no auténtica. Muchas personas
creen encontrar “todo” en Internet: el conocimiento máximo e incluso algunos
sostienen la idea de una democracia más participativa vía Internet, cuando
insisto, su primera finalidad son las comunicaciones militares y en segundo
lugar, la propagación del comercio, del mercado y de la propaganda que se haya
asociada a ambos. En internet abunda la
publicidad, la información pero en rara ocasión el conocimiento (éste se
adquiere, especialmente, de la experiencia, de la lectura, del estudio y del
contacto con los demás).
EL
SEGUNDO ASALTO DE INTERNET. LA LLEGADA DEL SMARTPHONE
Con la llegada del Smartphone cambian
sustancialmente las cosas.
Hasta entonces Internet era un “producto”
(técnicamente, un servicio) conocido pero usado con una frecuencia más
limitada. Las personas se conectaban cuando estaban en sus casas, desde sus PC,
desde sus oficinas y en otros casos, desde un cibercafé o un locutorio.
En torno al año 2010 empiezan a salir al
mercado un tipo de terminal móvil que es táctil y admite conexión a Internet.
El fenómeno ha sido masivo pues toda persona ha querido apuntarse a tan nociva
moda que ha sido promocionada tanto por el Estado como por el mercado (1)
La táctica para introducir el producto ha
sido una falacia por parte de las compañías telefónicas, que ha inundado la
mente de las personas y éstas han terminado convencidas. Al usuario se le ha
dicho: “usted dispondrá de cientos de
minutos gratis, SMS gratis y conexión a Internet por tan sólo un poco más de lo
que paga”.
He aquí un inciso para explicar la
actuación de las empresas comerciales telefónicas y de cualquiera, en general.
Las personas tomamos una decisión (comprar) cuando sentimos que el gasto de
dinero y el servicio que se nos dará nos otorga una satisfacción mayor a la
situación anterior y a la de tener ese dinero en el bolsillo. Por tanto, se
convenció a la población que por “poco más al mes” se iba a disponer de una
gama de privilegios y servicios infinitamente mayor, pues Internet es infinito
y a partir de que contratara usted el servicio iba a tener acceso a ese mundo
infinito. Claro, esto además es decorado con la palabra gratis por todas
partes: llamadas GRATIS, mensajes GRATIS, incluso hasta smartphones GRATIS. Desde luego, el consumidor era la
persona más afortunada y dichosa del mundo ¡cómo no iba a aprovecharse de esto!
(2)
Las tarifas habituales antes de la llegada
de Internet eran de unos 10 a 15 euros + IVA (en áquel entonces, un 16% de ese
precio). Con la llegada de Internet estas tarifas oscilan a partir de los 20 a
25 euros + IVA (actualmente, en el 21%) lo que duplica lo que podía pagar un
consumidor sensato anteriormente. Con lo de “sensato” me estoy refiriendo a un
consumo con cierta responsabilidad.
La clave para terminar de vender el
producto ha sido la mensajería instantánea, lo ha sido monopolizado por la
empresa What´s app o en menor medida, Line y Skype. Todas ellas manejan gran
cantidad de datos y de información que luego venden a terceras empresas o que negocian
con los Estado para recibir ciertas regalías. Por ello mismo, What´s App ha
sido comprada por el gigante de datos Facebook, y Skype por Microsoft, compañía
que tiene el monopolio de PCs a nivel mundial. Ello no hace más que reforzar su
posición y su condición de monopolios encubiertos.
Al usuario se le vendió de la siguiente
manera: “usted sólo por una cantidad más
al mes, podrá hablar todo el día con los suyos desde dónde esté”. Vamos por
partes:
· Por
una cantidad más, en muchos casos se refiere al doble de lo que pagaba
un usuario sensato. Si la persona, por el contrario consumía mucho vía llamadas
quizás le pudiera ser conveniente, pero ello no es la regla general ni mucho
menos.
· Hablar
todo el día: cuando en realidad se está chateando. Hay una diferencia
enorme en ello, a pesar de que el asunto pueda parecer banal. El chat es más
frío, impersonal y deja un rastro inborrable en la red. Todo lo que se escribe
en la Red queda en ella
· Hablar todo el día: ¿De verás alguien NECESITA chatear todo el día? He
ahí otro problema. LA CREACIÓN DE
NECESIDADES. El capitalismo y sus empresas se legitiman diciendo que
satisfacen necesidades humanas. Cuando se llega a un grado de capitalismo
avanzado, similar en el que vivimos en Europa, ya se han satisfecho todas y las
empresas se dedican entonces a crear necesidades para mantener su cifra de
negocios y sus rentabilidades. Usted
ahora debe tener la necesidad de chatear todo el día con su gente y sino estará
incomunicado y aislado de los demás… y sino ¿qué más va estar haciendo? ¿Leer
un libro? ¿Mirar el paisaje? ¿Intimar con sus pensamientos? ¡No diga tonterías!
·...con los suyos, esté donde esté: Hay una afirmación
muy clara al respecto, “las nuevas
tecnologías te alejan de quienes tienes cerca y te acercan de quienes tienes
lejos”. La dureza de la frase es absoluta. Una persona que por las
circunstancias ha emigrado o vive lejos de los suyos querrá el producto,
lógicamente. El 98% restante vive la normalidad y desde luego, chatea esté
donde esté. Esta fea costumbre ha llegado a tal nivel que en muchos círculos la
gente se deja de mirar a la cara, a los ojos, se deja de hablar entre si, se
deja de reirse y pasan a vivir una especie de realidad virtual que destroza las
relaciones sociales al hacerlas casi imposible. En otros casos el diálogo por
chat es tal que cuando las personas tienen contacto personal ya no tienen qué
contarse, o lo que podría ser peor, ya no saben cómo contárselo… pues la falta
de trato humano terminaría por dinamitar la cualidad sociabilizadora y natural
de las personas.
En conclusión, el producto más nocivo de la
historia para las relaciones sociales y para la privacidad humana. Antiguamente
las conversaciones se tenían sólo y exclusivamente en el ámbito privado. A día
de hoy cualquiera puede ser investigado y se conoce hasta sus intereses más
íntimos pues es probable que por alguna u otra forma, los haya plasmado en la
red o desde su teléfono. Las conversaciones ya no son privadas, pero sobre
todo, ya no son personales ni directas.
Ello supone un enorme avance para el Estado, que pasa a poder controlar a su
población entera: sus diálogos, sus intereses y sus posturas políticas…. Y para
el mercado, quien puede crear tantas aplicaciones como empresas existen para
promocionar sus productos, servicios, reforzar su publicidad, su obtención de
datos privados y conocer mejor las preferencias de las personas.
CONTINUARÁ
Próximo artículo:
Los asaltos de Intenet a nuestras vidas: El tercer asalto de Internet "La que se nos viene"
NOTAS APARTE:
(0). Esto que se denuncia ocurre en la
mayoría de países “democráticos” y “libres” de Occidente: se me ocurren los
casos de el Grupo Legardere y del Grupo Dassault en Francia (con gobernantes
franceses y cargos relevantes dentro de la UMP, el principal partido de la
derecha) o los casos de Blackwater en EE.UU (ligados a gobernantes
republicanos, en especial, durante la Administración Bush)
(1). Ejemplos de esto que se dice son
algunas actuaciones trasmitidas a la opinión pública. El Estado español desde
hace unos años pone a disposición los presupuestos generales del Estado por
código “bidi”, un tipo de código que sólo puede captarse con teléfonos
smartphones de última generación y con acceso a Internet. Muchos anuncios publicitarios también, incluyen la sugestión de los productos tecnológicos y de cómo éstos permiten una gestión rápida y eficiente del
servicio que se busca promocionar, ejemplo de ello, las apuestas
online o las alarmas de seguridad (y el uso intensivo del servicio a través de tablets, smartphones...)
(2) Sin embargo, la persona consciente y
sensata jamás debe olvidar que una empresa nunca pierde dinero, a pesar de que
la oferta pueda ser exclusiva. Muchas de estas ofertas realmente son formas de
enmascarar tarifas estándar y en otras ocasiones, cuando realmente son buenas
ofertas, consisten en sacar beneficios desde otros servicios. Por ejemplo, era
habitual al principio un paquete de 150-200 minutos. Cuando éstos se acababan
se cobraban el resto de minutos a precio de oro. Todo lo que el usuario se
ahorraba con la promoción era ingresado por la compañía en cuando el usuario
gastaba sus minutos o su conexión a Internet.
FUENTE: Elaboración propia a raíz de observar mi entorno y la gente que me rodea, las campañas llevadas por las grandes empresas de telecomunicaciones y el estudio del avance histórico que ha tenido la tecnología puntera por excelencia, Internet.
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