sábado, 5 de abril de 2014

Los asaltos de Intenet a nuestras vidas. ¿Cómo llegó la Red a nosotros?

LOS ASALTOS DE INTERNET A NUESTRAS VIDAS


Estudio histórico sobre Internet, sus motivaciones
políticas y económicas y las nefastas consecuencias
sociales que está trayendo.
(1ª parte. Asaltos 1 y 2)


Llevo tiempo reflexionando sobre la tecnología, lejos de hacer los habituales comentarios busco explicar el desarrollo tecnológico con las decisiones políticas y económicas. De ese “desarrollo” surgen unas externalidades: los efectos externos de la actividad económica, que pueden ser tanto positivos como negativos. Mi denuncia consiste en señalar que las externalidades negativas de la tecnología son demasiado grandes en comparación a sus externalidades positivas que ésta genera. En concreto denuncio que puede terminar arruinando nuestras vidas si perdemos el control sobre la tecnología y ésta pasa a controlarnos. En ese caso se da una paradoja: somos herramientas de nuestras herramientas.
Lo reconozco, escribo estas palabras con mucho sentimiento, pero también, con mucho re-sentimiento de no entender bien a dónde vamos a ir a parar o que consecuencias puede tener todo esto en las relaciones humanas (éstas son, según yo, la clave de una vida plena y virtuosa) y en las relaciones de poder. Por tanto, analizar el desarrollo tecnológico no es una cuestión económica, exclusivamente, sino también POLÍTICA y desde luego SOCIAL.



Introducción de como se desarrolló la red y sus distintas variantes.



INTRODUCCIÓN. ¿CÓMO LLEGÓ INTERNET A  NUESTRAS VIDAS?

Internet, la red de redes que fue ideado por el ejército estadounidense después de la II Guerra Mundial para facilitar las conexiones entre sus FF.AA, está a un paso de culminar su expansión total y mundial.
Se dice que en los años 80 las comunicaciones militares estaban en un punto álgido de desarrollo. Internet le había dado enorme ventaja a la US Army, sin embargo, el proyecto había requerido miles de millones de dólares y la mantención requería otros cientos de millones más. Internet se trataba de un proyecto deficitario que además, no era rentable, sino que su carácter era exclusivamente estratégico. Ante la falta de recursos, o para captar éstos, la US Army empezó a comercializar el servicio de Internet y fue entonces cuando comenzó el uso civil de éste mismo.

Al final, y como ocurre con prácticamente todas las tecnologías punteras, son diseñadas por los ejércitos desembolsando ingentes cantidades de recursos en forma de “I+D militar” y pasados unos 10 ó 20 años (depende del producto, o el servicio) se le da un uso civil, y son comercializados por las distintas empresas del mercado, por lo general, las grandes empresas, holdings o multinacionales que trabajan en estrecha colaboración con sus Estados de procedencia. (0)

El segundo asalto de Internet a nuestras vidas es muy reciente y se remonta a la propagación mundial del “Smartphone”. En los años 90 comenzó a comercializarse el teléfono celular. Éste permitía que, sin cables ni conexiones, una persona pudiera realizar llamadas o escribir mensajes cortos desde cualquier parte a cualquier otro terminal o teléfono. La finalidad del teléfono celular no cambió o lo hizo muy lentamente durante 20 años: los dispositivos pasaron a tener pantalla a color, melodías más perfeccionadas, cámaras y finalmente, reproductor de música. En torno al año 2010 empiezan a salir al mercado los primeros Smartphone que permiten la conexión a Internet desde el dispositivo celular, lo que es considerado por mi parte como el segundo gran asalto de Internet a la vida de las personas, esta vez, a su núcleo de conexiones con las demás personas. A partir de entonces las personas jamás volverían a ser las mismas, y así lo pienso al ver al prototipo de sujeto medio que se ha configurado: una persona con una de sus dos manos constantemente ocupada, sujetando su Smartphone y recibiendo continuamente mensajes, avisos y demás informaciones en todo momento y en toda situación. De ahí surgen personas con un diálogo poco fluido, pues éstas se ven constantemente interrumpidas por los avisos y mensajes procedentes de la Red. Admito que de la sociedad de la información y la comunicación surge un tipo de ser humano que es capaz de manejar y procesar más información que sus antepasados, pero en la comunicación es impersonal y sesgado: se comunica mejor (porque la tecnología lo posibilita) con aquellos que tiene lejos a costa de comunicarse peor, necesariamente, con aquellos que tiene cerca o de quienes se rodea.
Que se procese mayor cantidad de información que en el pasado nos debe alegrar o nos debe entristecer? ¿Es bueno o es malo? No creo que haya una repuesta cerrada para ello; creo que todo dependerá del tipo de información que se reciba así como la calidad de la misma. Pero si hacemos balance del tipo de información que se encuentra por Internet, se puede afirmar casi rotundamente que en la red está la información más irrelevante.
¿Por qué información poco relevante? Se ha de aclarar, una vez más, que Internet es una red militar en primer lugar. En segundo lugar Internet es una red comercial. Todas las informaciones tienen por tanto esa naturaleza, ya sea procedente del Estado o de las empresas comerciales, y por tanto es una información parcializada e interesada, es decir, no auténtica. Muchas personas creen encontrar “todo” en Internet: el conocimiento máximo e incluso algunos sostienen la idea de una democracia más participativa vía Internet, cuando insisto, su primera finalidad son las comunicaciones militares y en segundo lugar, la propagación del comercio, del mercado y de la propaganda que se haya asociada a ambos. En internet abunda la publicidad, la información pero en rara ocasión el conocimiento (éste se adquiere, especialmente, de la experiencia, de la lectura, del estudio y del contacto con los demás).



EL SEGUNDO ASALTO DE INTERNET. LA LLEGADA DEL SMARTPHONE

Con la llegada del Smartphone cambian sustancialmente las cosas.
Hasta entonces Internet era un “producto” (técnicamente, un servicio) conocido pero usado con una frecuencia más limitada. Las personas se conectaban cuando estaban en sus casas, desde sus PC, desde sus oficinas y en otros casos, desde un cibercafé o un locutorio.
En torno al año 2010 empiezan a salir al mercado un tipo de terminal móvil que es táctil y admite conexión a Internet. El fenómeno ha sido masivo pues toda persona ha querido apuntarse a tan nociva moda que ha sido promocionada tanto por el Estado como por el mercado (1)
La táctica para introducir el producto ha sido una falacia por parte de las compañías telefónicas, que ha inundado la mente de las personas y éstas han terminado convencidas. Al usuario se le ha dicho: “usted dispondrá de cientos de minutos gratis, SMS gratis y conexión a Internet por tan sólo un poco más de lo que paga”.
He aquí un inciso para explicar la actuación de las empresas comerciales telefónicas y de cualquiera, en general. Las personas tomamos una decisión (comprar) cuando sentimos que el gasto de dinero y el servicio que se nos dará nos otorga una satisfacción mayor a la situación anterior y a la de tener ese dinero en el bolsillo. Por tanto, se convenció a la población que por “poco más al mes” se iba a disponer de una gama de privilegios y servicios infinitamente mayor, pues Internet es infinito y a partir de que contratara usted el servicio iba a tener acceso a ese mundo infinito. Claro, esto además es decorado con la palabra gratis por todas partes: llamadas GRATIS, mensajes GRATIS, incluso hasta smartphones GRATIS. Desde luego, el consumidor era la persona más afortunada y dichosa del mundo ¡cómo no iba a aprovecharse de esto! (2)
Las tarifas habituales antes de la llegada de Internet eran de unos 10 a 15 euros + IVA (en áquel entonces, un 16% de ese precio). Con la llegada de Internet estas tarifas oscilan a partir de los 20 a 25 euros + IVA (actualmente, en el 21%) lo que duplica lo que podía pagar un consumidor sensato anteriormente. Con lo de “sensato” me estoy refiriendo a un consumo con cierta responsabilidad.
La clave para terminar de vender el producto ha sido la mensajería instantánea, lo ha sido monopolizado por la empresa What´s app o en menor medida, Line y Skype. Todas ellas manejan gran cantidad de datos y de información que luego venden a terceras empresas o que negocian con los Estado para recibir ciertas regalías. Por ello mismo, What´s App ha sido comprada por el gigante de datos Facebook, y Skype por Microsoft, compañía que tiene el monopolio de PCs a nivel mundial. Ello no hace más que reforzar su posición y su condición de monopolios encubiertos.

Al usuario se le vendió de la siguiente manera: “usted sólo por una cantidad más al mes, podrá hablar todo el día con los suyos desde dónde esté”. Vamos por partes:
· Por una cantidad más, en muchos casos se refiere al doble de lo que pagaba un usuario sensato. Si la persona, por el contrario consumía mucho vía llamadas quizás le pudiera ser conveniente, pero ello no es la regla general ni mucho menos.
· Hablar todo el día: cuando en realidad se está chateando. Hay una diferencia enorme en ello, a pesar de que el asunto pueda parecer banal. El chat es más frío, impersonal y deja un rastro inborrable en la red. Todo lo que se escribe en la Red queda en ella
· Hablar todo el día: ¿De verás alguien NECESITA chatear todo el día? He ahí otro problema. LA CREACIÓN DE NECESIDADES. El capitalismo y sus empresas se legitiman diciendo que satisfacen necesidades humanas. Cuando se llega a un grado de capitalismo avanzado, similar en el que vivimos en Europa, ya se han satisfecho todas y las empresas se dedican entonces a crear necesidades para mantener su cifra de negocios y sus rentabilidades. Usted ahora debe tener la necesidad de chatear todo el día con su gente y sino estará incomunicado y aislado de los demás… y sino ¿qué más va estar haciendo? ¿Leer un libro? ¿Mirar el paisaje? ¿Intimar con sus pensamientos? ¡No diga tonterías!
·...con los suyos, esté donde esté: Hay una afirmación muy clara al respecto, “las nuevas tecnologías te alejan de quienes tienes cerca y te acercan de quienes tienes lejos”. La dureza de la frase es absoluta. Una persona que por las circunstancias ha emigrado o vive lejos de los suyos querrá el producto, lógicamente. El 98% restante vive la normalidad y desde luego, chatea esté donde esté. Esta fea costumbre ha llegado a tal nivel que en muchos círculos la gente se deja de mirar a la cara, a los ojos, se deja de hablar entre si, se deja de reirse y pasan a vivir una especie de realidad virtual que destroza las relaciones sociales al hacerlas casi imposible. En otros casos el diálogo por chat es tal que cuando las personas tienen contacto personal ya no tienen qué contarse, o lo que podría ser peor, ya no saben cómo contárselo… pues la falta de trato humano terminaría por dinamitar la cualidad sociabilizadora y natural de las personas.

En conclusión, el producto más nocivo de la historia para las relaciones sociales y para la privacidad humana. Antiguamente las conversaciones se tenían sólo y exclusivamente en el ámbito privado. A día de hoy cualquiera puede ser investigado y se conoce hasta sus intereses más íntimos pues es probable que por alguna u otra forma, los haya plasmado en la red o desde su teléfono. Las conversaciones ya no son privadas, pero sobre todo, ya no son personales ni directas. Ello supone un enorme avance para el Estado, que pasa a poder controlar a su población entera: sus diálogos, sus intereses y sus posturas políticas…. Y para el mercado, quien puede crear tantas aplicaciones como empresas existen para promocionar sus productos, servicios, reforzar su publicidad, su obtención de datos privados y conocer mejor las preferencias de las personas.




CONTINUARÁ
Próximo artículo:
Los asaltos de Intenet a nuestras vidas: El tercer asalto de Internet "La que se nos viene"






NOTAS APARTE:

(0). Esto que se denuncia ocurre en la mayoría de países “democráticos” y “libres” de Occidente: se me ocurren los casos de el Grupo Legardere y del Grupo Dassault en Francia (con gobernantes franceses y cargos relevantes dentro de la UMP, el principal partido de la derecha) o los casos de Blackwater en EE.UU (ligados a gobernantes republicanos, en especial, durante la Administración Bush)

(1). Ejemplos de esto que se dice son algunas actuaciones trasmitidas a la opinión pública. El Estado español desde hace unos años pone a disposición los presupuestos generales del Estado por código “bidi”, un tipo de código que sólo puede captarse con teléfonos smartphones de última generación y con acceso a Internet. Muchos anuncios publicitarios también, incluyen la sugestión de los productos tecnológicos y de cómo éstos permiten una gestión rápida y eficiente del servicio que se busca promocionar, ejemplo de ello, las apuestas online o las alarmas de seguridad (y el uso intensivo del servicio a través de tablets, smartphones...)

(2) Sin embargo, la persona consciente y sensata jamás debe olvidar que una empresa nunca pierde dinero, a pesar de que la oferta pueda ser exclusiva. Muchas de estas ofertas realmente son formas de enmascarar tarifas estándar y en otras ocasiones, cuando realmente son buenas ofertas, consisten en sacar beneficios desde otros servicios. Por ejemplo, era habitual al principio un paquete de 150-200 minutos. Cuando éstos se acababan se cobraban el resto de minutos a precio de oro. Todo lo que el usuario se ahorraba con la promoción era ingresado por la compañía en cuando el usuario gastaba sus minutos o su conexión a Internet.


FUENTE: Elaboración propia a raíz de observar mi entorno y la gente que me rodea, las campañas llevadas por las grandes empresas de telecomunicaciones y el estudio del avance histórico que ha tenido la tecnología puntera por excelencia, Internet.

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