viernes, 11 de mayo de 2012

El Estado liberal "y del bienestar" como máquina de poder totalitaria

Seguimos con una cuestión importante a desmitificar: el Estado actualmente es democrático y sólo busca lo mejor para sus conciudadanos. La refutación llega de Felix Rodrigo de Mora, otra vez, que se une junto a la entrada anterior (http://nanblogzone.blogspot.com.es/2012/04/dictadura-y-regimen-del-parlamento.html), para aclarar que el orden actual es peor que una dictadura: si antiguamente las dictaduras eran temidas por la muerte, el sistema actual termina por asesinarnos por dentro -peor aún-, contaminándonos las cabezas con humo vendido en forma de primicia y noticia. Adelante!


Causa tristeza que, por ejemplo, Orwell sostuviese en toda su obra que sólo había dos totalitarismos, el fascista y el estalinista, cuando en el mundo contemporáneo hay tres, pues a esos dos, bien evidentes, se ha de añadir el constitucional y parlamentario, que es el más potente, como certifica que haya derrotado a los otros dos siendo, por tanto, el más peligroso para la causa de la libertad. Todo ello ha contribuido bastante a la construcción del sujeto propio de la modernidad, el "homo docilis", consumidor pasivo y resignado de propaganda política, lo desee o no, alucinado elector entre lo políticamente idéntico y patético introductor con gesto mecánico y cansino de papeletas en urnas.
Su función como profesionales de la baja política es aparecer a todas horas en los medios, vociferar en los mítines e insultar al adversario, verbosear triturando las reglas de la gramática, proferir necedades con aplomo y, sobre todo, timar a los flojos y necios, a los que siempre desean ser engañados porque carecen de valentía para mirar de frente a la realidad (esto lo realiza mejor que nadie el binomio político izquierda/votantes progresistas ). Al especializarse en tan rufianescas maulas, los políticos profesionales propios del orden parlamentario son de una incultura, ignorancia, incompetencia y zafiedad asombrosas (pensemos en Felipe González, un golfo y un Maquiavelo de andar por casa sin ningún nivel intelectual, o en su continuador, Rodríguez Zapatero, insustancial, bobo y vano) y por tanto, incapaces de dirigir y regir la sociedad. Ello contribuye a explicar que las leyes no las elabore el parlamento -tampoco el gobierno- sino los cuerpos de altos funcionarios del Estado, que las preparan minuiciosamente durante años y luego las presentan a la ignorante tropilla de parlamentarios, que se limitan a perorar al dictado sobre ellas, desde los escaños y en los medios, y a estampar la firma al pie.
De la misma manera no es el gobierno "libremente" elegido el que gobierna sino que lo hacen las elites hoy en activo: los altos cuerpos de funcionarios de los ministerios, los mandos del ejército (no hay ni una sola cuestión de importancia que pueda realizarse sin que la cúpula militar otorgue el plácet), el cuerpo de catedráticos, el aparato judicial, los grandes empresarios, la corrompida casta estetocrática y la industria del espectáculo, así como el denominado "cuarto poder", los medios de comunicación y aleccionamiento. TAL CONGLOMERADO ES EL QUE REALMENTE TIENE Y EJERCE LA SOBERANÍA, SOBRE TODO SU PARTE ESTATAL, DE MANERA QUE SE ELIJA A QUIEN SE ELIJA EN LOS COMICIOS, ES ÉL QUIEN DECIDE Y MANDA EN TODO LO IMPORTANTE. Ello explica que el destino de las promesas electorales suela ser su incumplimiento (...)




En el régimen político actual lo determinante y fundamental es el Estado, que no es elegido, y lo determinado y accesorio el gobierno, que si es elegido, aunque de manera no libre.


-FELIX RODRIGO DE MORA-

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